El mes de septiembre del 2020 el Parlamento de Cataluña aprobó una ley histórica: la regulación de los precios del alquiler. Una conquista que el Sindicat de Llogateres consiguió con solo tres años de existencia, pero con muchísima fuerza acumulada de familias que desobedecieron y se quedaron en casa, de toda la gente que se declaró en huelga de alquileres en 2020, con la esperanza depositada por miles de hogares inquilinos, con los votos de un amplia mayoría parlamentaria, y de un amplio apoyo social: más de 4.000 entidades culturales, sociales, solidarias, laborales, políticas y vecinales que reclamaron una regulación de precios del alquiler para Cataluña.
Desde entonces, el éxito de la regulación ha sido avalado por las cifras oficiales y por estudios locales e internacionales: la regulación ha hecho bajar los precios del alquiler mientras se firmaban más contratos que nunca. Es también prueba de este éxito que la ley ha llegado a estar vigente hasta en 68 municipios (donde vive el 70% de la población catalana) y son hasta un centenar los que lo han solicitado. Si los ayuntamientos lo piden es porque saben que la regulación funciona y es útil para sus vecinos y vecinas. Es por eso que lo han hecho no solo gobiernos de los partidos que votaron a favor de la regulación, sino también municipios gobernados por el PP y el PSC.
Pero sobre todo, donde más se han notado los efectos de la regulación ha sido en la tranquilidad de la gente inquilina. Desde que el Sindicato nació en 2017 y desde las primeras asambleas inquilinas, la principal amenaza que la gente temía era la de recibir un burofax al finalizar el contrato con una doble amenaza: o subida de precio o expulsión. La Ley 11/2020 llegó para acabar con estas subidas sin freno y esta angustia. Han sido más de 160.000 familias que han firmado contratos de alquiler con los precios regulados.
Tribunal Constitucional, la mano derecha de los fondos buitre
Ahora, el Tribunal Constitucional (después de los recursos de inconstitucionalidad del Partido Popular y del gobierno español) sentencia tumbando esta ley. Se atreve a enmendar las decisiones del Parlamento de Cataluña y al hacerlo, da un golpe al derecho a la vivienda. Defiende los intereses y los beneficios del lobby inmobiliario y de los fondos buitres y les hace el trabajo sucio. Con esfuerzo, lucha y organización conseguimos esta regulación imprescindible, y con mucha insistencia y trabajo diario hemos conseguido que se aplicara de manera activa y que la gente la conociera. Hemos tenido que hacer frente a las estrategias del sector inmobiliario para desinformar y esquivar la ley. Por eso, ahora, seguiremos defendiéndola y aplicándola.
Por lo tanto, tengámoslo claro: lo seguiremos haciendo y lo volveremos a hacer. En Cataluña, hemos regulado los alquileres y la regulación es nuestra y no se toca. Nos seguiremos negando a subidas abusivas y a expulsiones, seguiremos desobedeciendo, nos seguiremos quedando en casa y seguiremos luchando hasta firmar contratos nuevos. Cómo hemos hecho estos meses y como llevamos haciendo desde hace años. ¡Y volveremos a regular los alquileres!
Ven este sábado a la concentración para defender la regulación!
Defendemos la regulación. Defendemos nuestras victorias, nuestra dignidad, nuestro Sindicato. Defendemos nuestros hogares.
Nosotros nos quedamos en casa y la regulación ha venido para quedarse.