Hay que tener en cuenta que la norma permite que las partes puedan pactar actualizaciones en base al IPC, pero en ningún caso obliga a que se hagan; por lo tanto, no podemos aceptar que sea una imposición por parte del arrendador.
Envía un correo a la propiedad o a la inmobiliaria explicando los motivos por los cuales no podemos aceptar el aumento: