
Balance de nuestros dos años de existencia. Humildes pero orgullosas.
1. Creación de un nuevo sujeto colectivo
Pese a tratarse de una realidad fuerte en nuestro contexto (solo en Barcelona al menos un 40% de la población vive de alquiler), inquilinos e inquilinas nunca nos habíamos organizado. Desde su nacimiento, el Sindicat nos ha permitido comenzar a existir como colectivo y darnos voz. El crecimiento ha sido importante, y en dos años nos hemos constituido como organización con una masa social de 2.000 hogares afiliados, que contribuimos con una cuota imprescindible para aspirar a la auto-sostenibilidad económica. En los últimos meses, además, estos ingresos nos han permitido asalariar a tres personas a tiempo parcial y dotarnos de recursos jurídicos y técnicos.
2. La batalla por cambiar el sentido común y transformar la vivienda
Además de construir un yo colectivo que se protege a sí mismo y denuncia a los responsables del abuso inmobiliario, durante estos años hemos trabajado para construir un discurso alternativo al hegemónico y proponer alternativas. Aspiramos no solo a revertir la situación coyuntural, de burbuja de precios y especulación, sino a transformar los elementos estructurales del sistema de vivienda. Se trata de defender la vivienda como hogar y no como mercancía o producto inmobiliario.
Cuando el Sindicato nació ya se hablaba del encarecimiento de los precios del alquiler, pero las explicaciones dominantes eran las de voces interesadas próximas a la industria inmobiliaria. Su relato era que había poca oferta para tanta demanda y que, para bajar los precios, había que construir más. Desde el Sindicat hemos desmontado este tópico, mostrando que no hay una correlación matemática entre oferta y demanda: entre 1997 y 2007, se construyó el doble de los hogares que se crearon, y los precios subieron como nunca; entre 2007 y 2013 la demanda de alquilar se disparó y los precios bajaron.
Desde el Sindicato hemos insistido mucho en que nos encontramos ante una burbuja políticamente cocinada para denunciar una subida de los precios totalmente desproporcionada en relación con unos ingresos estancados, que es consecuencia de las políticas desarrolladas por el Estado para reactivar el sector financiero. Unas medidas que el gobierno central implementó entre 2012 y 2013 para arrebatar garantías a los inquilinos, dar más poder a los propietarios, y trasladar las expectativas de ganancia inmobiliaria al mercado del alquiler. Así, se pone énfasis en la asfixia de la población inquilina (ya somos el país de la OCDE que destina más sueldo al alquiler), en las subidas abusivas y los desahucios invisibles. De hecho, no solo hemos visibilizado el papel clave del Estado, sino también el de determinados actores: influencers inmobiliarios que desempeñan un papel clave en la generación de expectativas que hacen subir los precios. Desde bancos y fondos de capital privado hasta agentes inmobiliarios y generadores de opinión como Idealista o Expansión.
A partir del diagnóstico realizado, hemos propuesto diez grandes medidas políticas que pasan por incidir en las instituciones del Estado y de la Generalitat. El Estado es parte del problema, puesto que se ha convertido en el principal engranaje de la industria inmobiliaria y financiera. No podemos obviar que los ejes vertebrales del sistema de vivienda dependen de él. Las instituciones del Estado (desde el gobierno central hasta los ayuntamientos, pasando por la Generalitat) son la causa principal de la crisis de la vivienda, pero al mismo tiempo parece difícil imaginar soluciones sistémicas que no pasen por alterar su acción. Las diez medidas propuestas, que aspiran a cambiar el mercado del alquiler y el conjunto del sistema de vivienda, fueron aprobadas (de forma inicial y temporal) en sesión plenaria, y luego, octubre de 2018, revisadas en Asamblea de Afiliadas. Se pueden consultar aquí: https://sindicatdellogateres.org/es/10-propostes/
La actividad para intentar incidir en la opinión pública ha sido incesante. Que hoy 3 de cada 4 barceloneses estén a favor de regular el precio del alquilar (como demuestra el último barómetro municipal) sin duda tiene algo que ver con el impacto mediático que han tenido nuestras reivindicaciones.
3. La Campaña #EnsQuedem [NosQuedamos] y Exigim #LloguersJustos [Exigimos #AlquileresJustos]
Desde el momento en que el Sindicato empezó a andar, detectamos que la gran mayoría de las personas que se ponían en contacto con nosotras o acudían al Punto de Bienvenida estaban bajo la amenaza de una subida abusiva o de una expulsión injustificada (entre el 80 y el 90% de las consultas). Aunque las diez propuestas del Sindicat van dirigidas a poner fin a todas las subidas y expulsiones (es decir, a solucionar la problemática de forma estructural), entendemos que la acción sindical pasa por conseguir victorias aquí y ahora. De hecho, una cosa no se entiende sin la otra: hay que plantar cara a los propietarios abusivos no sólo para conseguir alquileres estables y a precio asequible en casos puntuales, sino para crecer como organización y hacernos respetar por la industria inmobiliaria y el Estado. En otras palabras, los cambios estructurales sólo llegarán si el movimiento inquilino y vecinal adquiere músculo en la calle. Si conseguimos construir un movimiento popular robusto.
En este sentido, hace un año iniciamos la primera gran campaña del Sindicat: “Ens Quedem i exigim Lloguers Justos” (https://www.youtube.com/watch?v=cfeUqmXhoVk). Esta campaña ha consistido en un llamamiento a hacer algo que en nuestro contexto no tenía precedente: desobedecer las subidas abusivas y los desahucios invisibles, exigiendo negociaciones colectivas (con el Sindicato como interlocutor privilegiado de la propiedad) y rompiendo con el aislamiento y la debilidad de la inquilina (a causa, nuevamente, de políticas y legislaciones estatales). “Ens Quedem” es, en pocas palabras, el “Stop Desahucios” del movimiento inquilino. Si hace 8 años la PAH descubrió que los desahucios no eran inevitables y que se podían parar mediante la desobediencia civil, el Sindicato propone desobedecer las subidas abusivas y las expulsiones, promoviendo al mismo tiempo la negociación y la presión. A partir del asesoramiento colectivo en el marco de la Asamblea EnsQuedem (quincenal), y del trabajo voluntario de mucha gente, el Sindicat ha conseguido victorias que parecían del todo imposibles y que solo obtuvimos gracias a la movilización, la denuncia pública, la acción directa contra los especuladores y la negociación colectiva. Citamos aquí sólo algunos casos que muestran la variedad de casuísticas:
- Las 121 familias de Sant Joan Despí consiguieron una subida mucho más moderada que la que pretendía Medasil (fondo vinculado a Goldman Sachs), imponiendo sus condiciones iniciales.
- Lluïsa de Sant Antoni consiguió una subida mucho más moderada de lo que exigía la empresa vinculada a Idilia Foods, que habría implicado su expulsión. También consiguió que retiraran la demanda judicial que habían interpuesto.
- Begoña y Luiz consiguieron una subida también mucho más moderada de lo que exigía su pequeño propietario.
- Las familias de la Colònia Bausili forzaron la negociación colectiva con el gran propietario y finalmente consiguieron renovar y alargar su contrato.
- Clemente consiguió que la cooperativa de vivienda vinculada a la UGT, que lo quería expulsar, renovara su contrato.
- Una SOCIMI, Optimum, pretendía expulsar a las familias de dos bloques del Raval y especular, pero ha acabado cediendo a la oposición vecinal y del Sindicat de Llogateres: renovación de todos los alquileres y cero subidas.
- Una inmobiliaria compró el edificio de Jaume y expulsó a todos los vecinos. Sufrió acoso inmobiliario durante un año. Hasta que dijo basta: se unió al Sindicat d’Habitatge de Vallcarca y al Sindicat de Llogateres, luchó, y hoy podemos anunciar que se queda en casa. Victoria histórica: bajada del precio del alquiler y renovación de contrato a siete años.
Finalmente, la campaña #EnsQuedem ha venido acompañada de una cartografía y visibilización del papel de 10 grandes conglomerados empresariales con los que hemos topado a partir de la acción cotidiana, que controlan hasta 3000 viviendas en Barcelona. La rueda de prensa en la que se hizo público el mapa de las grandes inmobiliarias y fondos buitre tuvo un impacto mediático importante. Se puede consultar la campaña en la web: https://sindicatdellogateres.org/ens-quedem/
4. Grandes acciones de ciudad
Durante este curso pasado también hemos participado y co-liderado otras iniciativas y campañas con los movimientos por la vivienda en Barcelona. Las más destacables son estas:
- Moción Municipal con PAH, DESC, ABTS i FAVB. La moción incluye hasta cuatro puntos para hacer avanzar el derecho a la vivienda a través del urbanismo, que es competencia municipal. En estos primeros meses hemos conseguido lun punto de la moción, que consiste en obligar a las promotoras e inmobiliarias a destinar el 30% de la obra nueva o las grandes rehabilitaciones a vivienda asequible y protegida.
- Aturem la Subhasta [Paremos la Subasta]. Participamos en el núcleo que coordinó la campaña para evitar que la Generalitat subastara una serie de viviendas procedentes de herencias intestadas (unidades sin herederos que pasan a manos públicas). Aunque no se pudo parar la subasta, se contribuyó a construir importantes alianzas con los colectivos de barrio.
- Stop Assetjament [Stop Acoso]. En el marco de la campaña EnsQuedem, y en colaboración con el Observatori DESC y la PAH, iniciamos un conjunto de demandas administrativas a una seria de empresas inmobiliarias que están acosando a varios hogares inquilinos. Se creó un formulario para hacer demandas y se puso a disposición de toda la ciudadanía. En sintonía con el resto de acciones del Sindicat, esta iniciativa busca transmitir a la propiedad que tiene delante un contrapoder y que no puede seguir actuando con la misma impunidad.
- Barcelona No Està En Venda. [Barcelona No Está En Venta]. Participamos en la manifestación organizada con otros movimientos de la ciudad, que consistía en una denuncia de la ciudad neoliberal (modelo inmobiliario, turístico, laboral). Aunque la vivienda no era el único elemento de la movilización, acabó teniendo un papel central.
5. Crecimiento Territorial
Uno de los objetivos del movimiento inquilino y vecinal es que haya sindicatos allí donde haya inquilinos. En este sentido, hemos dedicado una buena parte de nuestro tiempo a promover el nacimiento de secciones sindicales en distintos lugares de Catalunya y del Estado. En el Área Metropolitana contamos con un Sindicat de Sant Cugat ya bien establecido, los de Girona, Rubí, Terrassa, Cornellà de Llobregat y Badalona, y hay una larga serie de municipios donde quieren nacer nuevos nodos, como en l’Hospitalet de Llobregat. En el Estado, ya contamos con la existencia del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, con quien tenemos una relación cada vez más fluida, y estamos intentando promover la consolidación de los sindicatos en Málaga y Zaragoza, y acompañar a los sindicatos de inquilinas que acaban de gestarse en Vigo y en Donosti.
6. Fiscalización de los poderes públicos
Si bien todos los aspectos descritos hasta ahora son en parte formas de presionar a los poderes públicos, también hemos destinado una parte de nuestro tiempo a interpelar a las diversas administraciones y partidos políticos. Entre todo lo que hemos hecho, se pueden destacar tres momentos:
- Visitas al Congreso de los Diputados (abril 2018 y febrero 2019). Primer encuentro con los grupos parlamentarios, protagonizado por una delegación del Sindicat, con representantes de Hospitalet, Barcelona, Sant Joan Despí (bloque Avda. Barcelona) y Eixample (bloque Roger de Flor), y una delegación del Sindicato de Madrid. Se hizo público cuál era la postura de cada partido en relación a cada una de nuestras demandas. En las reuniones de este año presionamos para que el Gobierno sacara un Decreto sobre alquileres. Nuestra postura: https://sindicatdellogateres.org/es/el-govern-aprova-nou-decret-de-lloguers-t-expliquem-com-ens-afectara/
- Debate público sobre vivienda con los partidos catalanes (diciembre 2017). Aprovechamos el contexto de las elecciones al Parlament de Catalunya para visibilizar cuál era la posición de los partidos en relación con la crisis de la vivienda y nuestras demandas.
- Visita al Congreso para apoyar la Ley Vivienda PAH (septiembre 2018). Junto con la Aliança per la Pobresa Energètica, viajamos al Congreso para apoyar la entrada a debate de la Ley Vivienda PAH, considerando que ello abre la puerta a transformar el sistema de vivienda y presionar para que las reivindicaciones del movimiento inquilino ganen peso.
En estos momentos, estamos presionando para una regulación real de los precios del alquiler en Catalunya. Nuestra posición en relación con el Decreto Ley anunciado por el Govern de la Generalitat: https://sindicatdellogateres.org/valoracio-urgent-del-sindicat-de-llogateres-sobre-el-decret-de-lloguers-aprovat-pel-govern-de-la-generalitat/