
Esta semana, la comunidad de Casa Orsola junto con el Sindicat de Llogateres y la Xarxa de l’Esquerra de l’Eixample, han dado la bienvenida a un grupo de jóvenes del barrio que se han instalado en dos de las viviendas que permanecían vacías en la finca. Las jóvenes llegaron hace una semana aproximadamente, y estaban teniendo dificultades para emanciparse y encontrar una vivienda de alquiler en el barrio a precios asequibles. Así, el vecindario celebra que dos de los pisos vacíos que estaban destinados a ser apartamentos temporales de lujo, vuelvan a ser el hogar de las vecinas del barrio.
El acceso de los jóvenes a la vivienda está cada vez más restringido. Si bien el paro juvenil ha bajado en los diez últimos años, la juventud tiene más dificultades para emanciparse del hogar paterno porque los alquileres han aumentado un 50% en los últimos cinco años. Una situación que se acentúa más todavía en las ciudades o barrios donde los fondos buitre expulsan a las vecinas para reformar fincas enteras y cobrar rentas altísimas que la mayor parte de la población no puede pagar.
Es el caso del Eixample Esquerra, y es el caso del vecindario de Casa Orsola. Una comunidad que lleva tiempo organizada para hacer frente a las intenciones especuladoras de Lioness Inversiones, la empresa que adquirió la finca con la intención de expulsarlas y convertir las viviendas en alquileres de temporada. Desde el primer momento, las vecinas de la finca, con el soporte del Sindicat, de la Xarxa y de más de medio centenar de entidades del barrio, han intentado establecer una negociación colectiva con la propiedad para poder renovar los contratos de alquiler y seguir viviendo en su casa. A pesar del soporte y de las numerosas movilizaciones que se han llevado a cabo, la empresa liderada por Albert Ollé se ha negado a negociar hasta ahora.
Comunicado
Bienvenidad vecinas a Casa Orsola
Hoy las vecinas de la Esquerra de l’Eixample, la Xarxa d’Habitatge de l’Esquerra de l’Eixample y el Sindicat de Llogateres, celebramos la llegada de nuevas vecinas a la Casa Orsola. Son vecinas del barrio, jóvenes, que ante las dificultades para emanciparse en un mercado de alquiler disparado, se han instalado en dos de las viviendas vacías de la Casa Orsola. Estos pisos habían quedado vacíos después de que Lioness Inversiones hubiera expulsado sus inquilinas para hacer alquileres de temporada y triplicar los precios del alquiler. Hoy los pisos que las vecinas de la Esquerra de l’Eixample perdieron se han recuperado: la Casa Orsola vuelve a llenarse de vecinas.
Las jóvenes nos encontramos en una situación crítica: encadenando trabajos precarios y temporales, a menudo intentando compaginarlos con unos estudios cada vez más caros, haciendo prácticas no remuneradas, sorteando el paro y haciendo equilibrios imposibles entre tiempos y dinero para poder llegar a todo. A pesar de que en los últimos diez años el paro juvenil haya bajado, la juventud tiene más dificultades para emanciparse de casa de sus padres porque los alquileres han aumentado un 50% en los últimos cinco años. Una situación que se acentúa todavía más en las ciudades donde los alquileres son cada vez más elevados, y los especuladores expulsan a las vecinas de los barrios para reformar las viviendas y cobrar rentas que la mayoría de la población no puede pagar.
Es el caso del Eixample Esquerra, y es el caso del vecindario de Casa Orsola. Una comunidad que lleva tiempo organizada para hacer frente a las intenciones especuladoras de Lioness Inversiones, la empresa que adquirió la finca con la intención de expulsarlas y convertir las viviendas en alquileres de temporada. Desde el primer momento, las vecinas de la finca, con el apoyo del Sindicat, la Xarxa y más de una cincuentena de entidades del barrio, han intentado establecer una negociación colectiva con la propiedad para poder renovar los contratos de alquiler y continuar viviendo a su hogar. A pesar del apoyo y las numerosas movilizaciones que se han llevado a cabo, la empresa liderada por Albert Ollé se ha negado a negociar hasta entonces.
Es en este contexto que hoy hacemos público la liberación de dos viviendas del bloque de Casa Orsola y celebramos la llegada de nuevas vecinas, del barrio, que por fin podrán disfrutar de un hogar y que seguirán enriqueciendo la comunidad de vecinas de Casa Orsola y el tejido asociativo del barrio. Además, celebramos la valentía de la juventud, que ante el afán especulador de Lioness Inversiones, pero también de centenares de buitres y del lobby inmobiliario de expulsar vecinas de sus hogares y destruir el alma del barrio, dan un paso adelante y llenan de vida aquellas viviendas que nunca tendrían que haber sido vaciados de vecinas. Sabemos que la organización popular es la única manera de hacer frente a los embates de quienes pretenden traficar con nuestras vidas. Por eso, nos comprometemos a continuar luchando y defendiendo el derecho a la vivienda y en una vida digna.