
La conocida agencia de gestión inmobiliaria Fincas Gual vuelve a entrar en conflicto con el Sindicat de Llogateres al negarse a renovar el contrato de Eduard sin ninguna razón. Eduard vive solo en un piso en el Carmel desde hace seis años y en ningún momento ha dejado de pagar, pero Fincas Gual lo quiere echar de casa. ¿Será porque Eduard está afiliado al Sindicat de Llogateres y es un miembro activo?
Fincas Gual hace mucho tiempo que nos conoce. Hemos tenido que negociar muchas veces porque varias vecinas han tenido problemas con esta inmobiliaria. Durante el año 2019 tuvimos que luchar para defender las viviendas de dos familias vulnerables con menores, hicimos asambleas en el bloque y una protesta en las oficinas de la inmobiliaria. Durante la pandemia dos vecinas más se afiliaron al Sindicato dado que tenían dificultades para pagar el alquiler y una de ellas consiguió un alquiler social. Las negociaciones siempre resultaron complicadas con esta inmobiliaria a pesar de que el Sindicat de Llogateres siempre hemos sido partidarios del diálogo y la empatía.
El octubre de 2021, Eduard recibió un burofax que lo informaba de que la propiedad de su vivienda, la comunidad de bienes Ávila Padilla C.B., no quería renovar su contrato y que tenía que volver las claves el 9 de diciembre, pero el compañero se pudo acoger a una prórroga hasta el 9 de junio.
Desde el Sindicato denunciamos que la inmobiliaria es conocedora de la militancia de Eduard y que la no-renovación de su contrato es una clara represalia. El resto de vecinas del bloque o bien están dentro de contrato, o bien han sido renovadas. Además, Eduard siempre ha estado al día de los pagos y nunca ha tenido ningún conflicto relevante con la propiedad más allá de las circunstancias ya mencionadas. Denunciamos también que, como vemos a menudo, la propiedad no quiere renovar el contrato porque en Cataluña hay una ley que impide la subida de los alquileres, y está esperando que esta ley caiga. Prefiere tener pisos vacíos a garantizar la estabilidad de las personas inquilinas. Actúa con la usura habitual.
Por todo ello, ¡exigimos a la propiedad que renueve el contrato de alquiler de Eduard por cinco años y al mismo precio!