
Una Socimi pretendía expulsar las familias de dos bloques del Raval y especular, pero ha acabado cediendo a la oposición vecinal y del Sindicat de Llogaters: renovación de todos los alquileres y cero subidas.
Optimum es una de las 70 socimis que cotiza en bolsa, y que en los últimos años se ha dedicado a acaparar fincas gracias a los privilegios fiscales otorgados por el Gobierno. Su objetivo: reformar las viviendas, expulsar el vecindario y aumentar drásticamente el precio, alimentando así la burbuja del alquiler y las presiones de gentrificación en el barrio.
En esta ocasión, el fondo quería expulsar todo el vecindario de las fincas de la calle Carmen 106 y Carme 23, en el corazón de Barcelona. Pero la valentía y persistencia de seis familias ha dado sus frutos. Medio año después de plantarse y de unirse al Sindicat de Llogateres y del Sindicat d’Habitatge del Raval, han conseguido lo que parecía imposible: continuarán en sus hogares, manteniendo el precio de los alquileres al mismo nivel durante tres años más.
La victoria ha sido posible gracias a que las dos fincas se han sumado a la campaña «EnsQuedem» (NosQuedamos), que iniciamos hace un año. Se unen así a más de 1.000 hogares que han desobedecido una Ley de Arrendamientos injusta, exigiendo una ley que promueva los alquileres indefinidos y regulados.
Lo llevamos demostrando reiteradamente: la organización y la lucha vecinal es la única forma efectiva de garantizar el derecho a la vivienda ante los grandes propietarios como Socimis y fondos buitre. El Sindicat de Llogateres es la plataforma colectiva capaz de poner un contrapoder al entramado empresarial que nos expulsa de la ciudad.