
A pesar de las presiones del propietario, Nerea y Carlos resisten en casa obstinadas en no dejarla antes de sentarse a negociar con la propiedad. No están solas, tienen el Sindicat.
La familia de Nerea y Carlos entraron a vivir en un piso en la primavera de 2016. A finales del mismo año, empezaron a aparecer humedades importantes en su hogar. Tras quejarse al propietario, el señor Luis Siñol Monné, este rechazó de malos modos hacer ningún tipo de reparación, incluso retando a los inquilinos a ir a juicio. Nerea y su familia iniciaron un pleito ante la negativa de la propiedad, que los acusó de haber provocado las humedades; pero tras varios peritajes, se ha reconocido la responsabilidad de la propiedad. Además, cuentan con la declaración de insalubridad del piso por parte del Ayuntamiento, así como una inspección por parte de la ITE de la Generalidad. En la sentencia del juicio, se dio la razón a las inquilinas, reconociendo que las humedades eran causa de un mal cierre de la terraza, el cual se había hecho sin el permiso de la comunidad, que en todo momento se ha situado de lado de la familia de Nerea.
Pero eso no es todo. En nombre de la propiedad han actuado las sobrinas del señor Siñol, Carmen y Francesca Figueras, las que han intimidado a la familia y han intentado acceder al piso a pesar de la prohibición expresa de las vecinas (recordemos que el domicilio es inviolable por derecho y la propiedad no puede entrar cuando le plazca). Aún más, son miembros muy bien relacionados en la ciudad, siendo una de ellas, la Carmen Figueras, ex-concejal del PSC en la ciudad, ex-consejera de Bienestar y Familia y esposa del actual diputado del PSOE José Zaragoza. La familia por lo tanto es bien conocida en Molins de Rei, municipio donde tiene varias propiedades.
La respuesta ante las quejas públicas de Nerea en redes sociales, que se han elevado hasta el PSC local, ha sido la negación y el bloqueo a pesar de tener el apoyo de sus vecinos. Por ello, se han unido al Sindicat de Llogaters para alzar su voz, contar con el apoyo de la asamblea y anunciar que no se irán de casa. Como tantas otras familias, Nerea y Carlos se encuentran fuera de contrato, pagando el alquiler igualmente, como muestra firme de que no piensan irse de su casa, y menos después de la dejadez y las malas formas de la propiedad. La única salida que le queda al señor Luis Siñol y a sus sobrinas es sentarse a negociar con el Sindicat.