La regulación de alquileres es la herramienta clave para proteger las inquilinas ante subidas abusivas. Pero sobre todo, para conseguir que los precios de alquiler bajen y no tengamos que destinar sueldos enteros al alquiler de nuestros hogares.
En Cataluña ya demostramos que la regulación es una herramienta efectiva que consiguió bajar los alquileres una media del 5% a las 80 ciudades donde llegó a funcionar. Pero el Tribunal Consitucional anuló su aplicación y desde marzo del 2022 los arrendadores pueden volver a realizar subidas de alquiler en las renovaciones de contrato.
En el Sindicat estamos luchando para que a la Ley de Vivienda que está tramitando el Gobierno español sirva para recuperar la regulación de alquileres catalana sin que esta quede descafeinada, que es lo que intentan los de arriba.